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Si estás leyendo esto, seguro que esa pregunta te ronda la cabeza. Es, sin duda, la primera pregunta que nos hacen todos los que llegan a nuestras costas con los ojos brillantes, soñando con deslizarse por una ola. Y la respuesta más honesta que podemos darte es… depende.
Pero eso no es lo que querías oír, ¿verdad?
Seamos claros desde el principio: el surf es mágico, adictivo y te cambia la vida. Pero también es uno de los deportes más difíciles y frustrantes de aprender. No te dejes engañar por los vídeos de Instagram. No vas a estar haciendo giros radicales en una semana.
La buena noticia es que, aunque dominarlo lleva años, la sensación de «aprender» —ese primer momento mágico en el que te pones de pie y la ola te lleva— puede llegar mucho antes de lo que crees.
Como expertos con años de experiencia en la enseñanza del surf aquí en las Islas Canarias, vamos a desglosar la cruda (y maravillosa) realidad de la curva de aprendizaje del surf. Vamos a gestionar tus expectativas, te daremos una línea de tiempo realista y te contaremos los secretos para acelerar el proceso.
¿Listo para la verdad? Vamos al agua.
Si tuviéramos que darte una cifra, aquí la tienes:
La mayoría de los principiantes, con una condición física decente y un buen instructor, pueden empezar a ponerse de pie en la espuma (olas ya rotas) de forma consistente en unas 3 a 5 sesiones guiadas. Cada sesión suele ser de unas 2 horas.
Eso es lo básico. Ponerse de pie.
Sin embargo, si por «aprender a surfear» te refieres a ser un surfista independiente (remar tú solo, elegir la ola, cogerla antes de que rompa y deslizarte por la pared o «ola verde»), estamos hablando de otra liga. Para alcanzar ese nivel intermedio, necesitarás varias semanas o, más realísticamente, de 6 meses a 1 año de práctica muy constante (surfeando varias veces por semana).
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Si tuviéramos que darte una cifra, aquí la tienes:
La mayoría de los principiantes, con una condición física decente y un buen instructor, pueden empezar a ponerse de pie en la espuma (olas ya rotas) de forma consistente en unas 3 a 5 sesiones guiadas. Cada sesión suele ser de unas 2 horas.
Eso es lo básico. Ponerse de pie.
Sin embargo, si por «aprender a surfear» te refieres a ser un surfista independiente (remar tú solo, elegir la ola, cogerla antes de que rompa y deslizarte por la pared o «ola verde»), estamos hablando de otra liga. Para alcanzar ese nivel intermedio, necesitarás varias semanas o, más realísticamente, de 6 meses a 1 año de práctica muy constante (surfeando varias veces por semana).
El problema de la pregunta inicial es que «aprender a surfear» es subjetivo. Para algunos, es ponerse de pie una vez. Para otros, es surfear como Kelly Slater. Para ser prácticos, vamos a dividirlo en las tres etapas reales que todo surfista experimenta.
Esta es la fase de la «espuma». El objetivo aquí no es parecer profesional, es simplemente sentir el deslizamiento.
Lo que aprenderás: Seguridad en el mar, cómo tumbarte en la tabla (posición), cómo remar un poco y, lo más importante, el «Take Off» o «Pop Up» (el movimiento para ponerte de pie).
La realidad: Pasarás el 90% del tiempo cayéndote. Te beberás medio océano. Los hombros te arderán por remar. Pero entonces, ocurrirá. Harás «click», te pondrás de pie 3 segundos y todo habrá merecido la pena.
El objetivo: El objetivo aquí es claro: ponerse de pie. La mayoría de las clases de surf en tenerife para principiantes se centran 100% en esto: darte la técnica depurada en la arena para que, una vez en el agua, puedas sentir esa primera «volada» sobre la espuma.
Aquí es donde el surf empieza de verdad. Y, honestamente, es donde el 90% de la gente abandona.
Lo que aprenderás: Dejas la espuma y te vas «al pico» (donde rompen las olas). Aquí aprendes lo más difícil: la lectura de olas (saber cuál coger), el timing (cuándo empezar a remar), la remada efectiva (para que la ola te pille) y las reglas de prioridad (para no chocar y respetar a los demás).
La realidad: Es un paso atrás para dar dos adelante. Volverás a sentirte un novato total. Remarás 50 olas y cogerás dos. Verás a otros pasar a tu lado sin esfuerzo mientras tú pareces un perro ahogándose. La frustración es MÁXIMA.
El objetivo: La consistencia. El objetivo es coger «olas verdes» (la pared de la ola, antes de que rompa) y ser capaz de deslizarte en diagonal, siguiendo la dirección de la ola (hacer un bottom turn básico). Cuando lo consigues, ya no hay vuelta atrás: eres surfista.
Una vez que coges olas verdes con soltura, empieza la diversión de verdad.
Lo que aprenderás: A «bailar» con la ola. Dejarás de solo «bajarla» y empezarás a generar velocidad tú mismo (con el pumping), a hacer giros (como el cutback para volver a la fuerza de la ola) y, con el tiempo, maniobras más radicales.
La realidad: El progreso se ralentiza, pero cada pequeño avance (un giro un poco más vertical, un floater sencillo) es una victoria inmensa.
El objetivo: Fluidez, estilo y control.
¿Por qué tu amigo se puso de pie el primer día y tú pareces una foca borracha? No todos somos iguales. Estos factores son los que dictan tu velocidad.
Seamos brutalmente honestos: el surf es un 90% remar y un 10% surfear la ola. Si no tienes una buena forma física, te cansarás a los 20 minutos y no podrás practicar.
Saber nadar: Es innegociable. No tienes que ser Michael Phelps, pero necesitas estar 100% cómodo en el mar, con olas moviéndote.
Fuerza del tren superior: Tus hombros, espalda y pecho son tu motor.
Equilibrio: Si has hecho skate, snowboard, yoga o slackline, tienes una ventaja GIGANTE.
Resistencia: Vas a estar en constante movimiento.
Esto es, quizás, el factor más importante. El surf no se puede aprender en vacaciones.
Alguien que surfea 2 veces por semana durante un año progresará infinitamente más que alguien que hace un curso de 15 días cada verano. El surf requiere memoria muscular. Si dejas pasar mucho tiempo entre sesiones, tu cuerpo «olvida» y tienes que volver a aprender lo básico.
¿Se puede aprender solo? Sí. ¿Es una buena idea? Rotundamente, no.
Aprender solo es lento, peligroso y, sobre todo, te garantiza coger malos vicios (como poner la rodilla en la tabla para levantarte) que luego tardarás MESES en corregir. Un instructor cualificado te da la técnica correcta desde el minuto cero. Créenos, aprenderás 10 veces más rápido en 5 días con una buena escuela surf tenerife que en 5 meses solo.
No todas las olas son iguales. Intentar aprender en un sitio con olas potentes, rápidas y que rompen en rocas (como muchas del norte de España en invierno) es una locura.
Necesitas olas de principiante: largas, suaves, que rompan sobre arena (beach break) y que sean consistentes. Lugares como Tenerife o Fuerteventura son famosos por esto, ya que ofrecen condiciones nobles casi todo el año.
Vas a fallar. Mucho. Vas a remar y no coger la ola. Te vas a poner de pie y te vas a caer al segundo. Vas a tragar agua.
El surfista no es el que mejor surfea, es el que más motivado vuelve al agua después de la peor caída. La paciencia, la humildad y la capacidad de reírte de ti mismo son fundamentales.
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Ya lo hemos dicho, pero lo repetimos. Es la forma más rápida, segura y eficiente de empezar. Te ahorrará meses de frustración.
Mejora tu «Surf Fitness» fuera del agua
¿No vives en la playa? No pasa nada. Ve a la piscina y nada crol. Haz flexiones (para el pop-up) y burpees. Practica yoga o usa un balance board (Indo Board) para mejorar tu equilibrio.
Elige el material adecuado (GRANDE)
El error número 1 del principiante es querer una tabla pequeña y «guay» demasiado pronto. Es un suicidio deportivo. Necesitas una tabla grande, gorda y con mucho volumen (un «corchopán» o un minimalibú). Flotará más, será más estable y cogerás olas mucho más fácil.
Sé un «friki» del surf: estudia y visualiza
Mira vídeos de surf, pero no solo de profesionales. Mira tutoriales de técnica. Entiende la teoría: cómo se forman las olas, cómo leer una previsión, cuáles son las reglas de prioridad en el pico.
Inmersión total: Un Surfcamp
Si tienes una semana de vacaciones, no hay mejor forma de progresar que la inmersión total. No hay nada como un SURF CAMP EN TENERIFE para vivir 24/7 respirando surf. Comes, duermes y surfeas. La progresión que se consigue en una semana así es brutal, porque aplicas lo aprendido el día anterior de forma inmediata, creando esa memoria muscular vital.
Hemos recopilado las preguntas más comunes que nos llegan, para que no te quede ninguna duda.
Es muy difícil. Se considera uno de los deportes más complicados del mundo por una razón: tu «campo de juego» (el océano) está vivo y en constante movimiento. No solo tienes que dominar tu cuerpo y tu tabla, sino que tienes que hacerlo en el momento exacto que la ola decide, mientras el agua te mueve. Exige físico, técnica, paciencia y conocimiento del medio, todo a la vez.
Como dijimos, con 3 a 5 clases la mayoría de la gente se pone de pie en la espuma. Pero las clases no te hacen surfista. Las horas en el agua, sí. Un buen paquete de 5 clases te da la base técnica perfecta. A partir de ahí, se trata de practicar, practicar y practicar.
¡Rotundamente NO! Es un mito. La edad no es una barrera, la condición física y la actitud sí. Obviamente, un niño de 10 años que es puro chicle progresará más rápido. Si empiezas con 40, quizás tardes un poco más, tu cuerpo será menos flexible y las caídas dolerán más. ¿Y qué? La sensación de deslizarte por una ola es igual de mágica a los 15 que a los 45. Solo necesitas ser realista con tus objetivos y cuidar tu físico.
Si tienes 7 días (como el usuario de Reddit que mencionaste), es un periodo perfecto para engancharte. En 7 días de clases diarias, es casi seguro que te pondrás de pie, sentirás el deslizamiento y entenderás la base. No saldrás siendo un surfista intermedio, pero te irás con el veneno dentro y sabiendo exactamente qué necesitas para seguir progresando.
El coste varía mucho según dónde estés, pero para que te hagas una idea:
Una clase suelta (2h): Suele costar entre 30€ y 60€, con todo el material incluido.
Bono de clases (ej. 5 clases): Es más económico, quizás entre 120€ y 200€.
Un Surfcamp (ej. 1 semana): Puede ir de 300€ a 700€, dependiendo de si incluye alojamiento, comidas, yoga, etc.
Comprar tu propio material (principiante): Una tabla de espuma (corchopán) nueva puede costar 200-350€. Un neopreno, entre 100€ y 250€. De segunda mano puedes encontrar auténticas gangas.
Entonces, ¿cuánto se tarda en aprender a surfear? La respuesta real es: toda la vida.
Y eso es lo bonito.
Nunca dejas de aprender. Siempre hay una ola nueva, una sensación diferente, una maniobra que pulir. El surf no es un deporte que «terminas» o «dominas». Es una práctica constante, una excusa para estar en el océano y una lección de humildad cada vez que entras al agua.
No te obsesiones con el tiempo. No te compares con el de al lado. Céntrate en disfrutar del proceso: la frustración, las caídas, el dolor de hombros y, por supuesto, esa primera ola mágica que te cambiará la perspectiva para siempre.
¡Nos vemos en el agua!

Escrito por Jorge anchústegui, profesor profesional de surf.