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Si estás leyendo esto, probablemente ya te ha picado el «gusanillo». Has sentido la energía del mar, quizás has probado una clase suelta o simplemente has decidido que este es el año en el que vas a aprender a deslizarte sobre las olas. Y entonces, llega la gran pregunta, esa que llena los foros de internet y las cabezas de todos los novatos: ¿Qué tamaño de tabla debería comprar o alquilar?
Te voy a ser muy sincero desde la primera línea: el error número uno que comete el 90% de las personas que empiezan es comprar una tabla demasiado pequeña. Todos queremos parecernos a los profesionales que vemos en Instagram con sus «shortboards» (tablas cortas) afiladas y ligeras, pero intentar aprender con eso es como querer aprender a conducir en un Fórmula 1: te vas a estrellar en la primera curva.
En el surf, tu mejor amigo al principio es el volumen. Como expertos que llevamos años viendo progresar a alumnos en Canarias, te aseguro que la clave para disfrutar y no frustrarte es elegir una tabla que te perdone los errores.
En este artículo vamos a desglosar exactamente qué necesitas, por qué el tamaño importa tanto y cómo elegir tu compañera de baile ideal para esas primeras espumas y paredes verdes.
La regla de oro para cualquier viaje económico es el timing. Tenerife es afortunada climáticamente, lo que significa que puedes surfear en bañador o con un neopreno fino (3/2 mm) durante gran parte del año. Pero si lo que buscas es cuidar el bolsillo, debes mirar el calendario con ojos de estratega.
Para hacer un viaje de surf barato en Tenerife, olvídate de las navidades, la Semana Santa y los meses de julio y agosto. Esas son las fechas donde los precios de los vuelos se disparan y los alojamientos cuelgan el cartel de «completo».
La verdadera magia ocurre en las temporadas intermedias:
Octubre y Noviembre: Son, para muchos locales, los mejores meses. El agua todavía conserva el calor del verano, el viento suele dar una tregua y empiezan a entrar las primeras marejadas (swells) consistentes del Atlántico Norte.
Febrero a Mayo: Pasado el boom invernal europeo, la isla se calma. Los precios bajan drásticamente y todavía puedes encontrar olas de muchísima calidad antes de que llegue el plato veraniego.
Viajar en estas fechas no solo alivia tu cuenta bancaria en vuelos y estancia, sino que te regala algo que no tiene precio: menos gente en el pico. Surfear con espacio es un lujo que en temporada alta es difícil de conseguir.
Aquí es donde se va la mayor parte del presupuesto, así que vamos a afinar la puntería. Tenerife tiene dos caras muy diferenciadas: el Norte y el Sur. Entender esto es vital para tu economía.
Si tu prioridad es el ahorro absoluto y un ambiente más auténtico, el norte de la isla es tu aliado. Zonas como Bajamar o Punta del Hidalgo ofrecen alojamientos (apartamentos y pensiones locales) a precios mucho más competitivos que los grandes complejos turísticos del sur. Además, estarás inmerso en la cultura local canaria.
Sin embargo, el sur (Playa de las Américas, Costa Adeje) tiene una ventaja imbatible: el clima y la consistencia de olas. Si te alojas en el norte y entra un temporal de viento o lluvia, tendrás que conducir hasta el sur.
Mi consejo: Busca apartamentos turísticos o hostels surferos un poco alejados de la «milla de oro» de Las Américas. Pueblos como San Isidro o la zona alta de Costa Adeje pueden ser opciones intermedias interesantes. Otra opción muy inteligente para ahorrar en alojamiento y transporte a la vez es buscar un surf camp en tenerife que incluya ambas cosas. A veces, al sumar el coste de dormir por un lado y las clases por otro, el precio se dispara, mientras que los paquetes cerrados de los camps suelen ofrecer tarifas muy competitivas por semana.
En Canarias al autobús se le llama «guagua». Si tu presupuesto es de «mochilero total», la red de transporte público (TITSA) funciona bastante bien y conecta los principales spots. Existe una tarjeta (Tenmás) que abarata mucho los trayectos.
No obstante, para un viaje de surf, la libertad del coche de alquiler es casi obligatoria. Te permite perseguir las olas. Si el sur está plato, puedes subir al norte en una hora. Si el viento está mal en una playa, te mueves a la siguiente.
Truco de ahorro: Alquila con compañías locales (como Cicar o Autoreisen) que suelen incluir el seguro a todo riesgo sin franquicia y el segundo conductor gratis, evitando sorpresas finales en la factura. Y recuerda, comparte el coche con amigos; dividir gasolina y alquiler entre tres o cuatro convierte este gasto en algo ridículo.
El mar es gratis, pero saber elegir la playa correcta te ahorrará tiempo, gasolina y frustraciones. Tenerife es una isla volcánica, lo que significa que muchos fondos son de roca (reef). Esto es genial para la calidad de la ola, pero exige precaución.
Si estás empezando, no necesitas la ola más famosa ni la más potente. Necesitas una ola noble, que te permita practicar la puesta en pie sin peligro.
Playa de Las Américas: Es el epicentro. Aunque hay zonas de roca, hay picos muy asequibles. Es el lugar ideal para ver el ambiente surfero, aunque suele estar concurrido.
Los Cristianos y Fañabé: Cuando entra mar grande, estas playas más protegidas ofrecen olas suaves y fondos mayoritariamente de arena o roca plana, ideales para no destrozar la tabla (ni tu cuerpo).
Para los que se inician, intentar aprender por libre en fondos de roca volcánica puede salir caro (roturas de material o lesiones). Por eso, aunque busques un viaje barato, invertir en formación inicial es la mejor manera de optimizar tu tiempo. Buscar unas buenas clases de surf en tenerife para principiantes te permitirá conocer los picos seguros de la mano de locales, asegurándote de que cada euro invertido se traduce en olas cogidas y no en peleas contra la corriente.
Si ya tienes experiencia y viajas con tu propia tabla, el norte de Tenerife es un parque de atracciones.
Bajamar y Punta del Hidalgo: Aquí el Atlántico golpea con fuerza. Son olas potentes, rápidas y tuberas. No hay tantas escuelas en el agua, por lo que el ambiente es más local. El respeto en el pico es fundamental.
La Izquierda de Las Américas (El Sur): Si eres Goofy, este es tu templo. Una ola de calidad mundial que rompe sobre arrecife. Es accesible, pero el nivel en el agua es alto.
Muchos viajeros intentan ahorrar alquilando una tabla barata y lanzándose al agua sin más. Si ya sabes surfear, perfecto. Pero si estás aprendiendo, esto suele ser un error. Acabas frustrado, cansado y sin haber cogido ni una ola.
Contratar un instructor no es un gasto, es un acelerador de experiencia. En dos horas con un profesional aprenderás lo que tardarías tres días en deducir por tu cuenta.
Alquiler de material: Si vas a surfear todos los días, muchas escuelas ofrecen bonos semanales de alquiler de tabla y neopreno que salen mucho más a cuenta que alquilar por horas.
Elegir escuela: No te vayas a la primera caseta que veas. Busca una escuela surf tenerife con reputación, que cuente con instructores titulados y seguros de responsabilidad civil. La diferencia de precio entre una escuela «pirata» y una oficial es mínima (o a veces la oficial es más barata por sus packs), y la calidad de la enseñanza y el material es abismal.
No todo va a ser estar a remojo. Tenerife ofrece una calidad de vida brutal a precios muy razonables si sales del circuito «guiri».
Si vienes a Tenerife y comes en un restaurante de comida rápida, estás cometiendo un delito. La forma más barata y deliciosa de comer es en los Guachinches. Son establecimientos típicos, sobre todo en el norte de la isla, donde se sirve vino de cosecha propia y comida casera canaria abundante a precios de risa.
Pide escaldón de gofio, queso asado con mojo, carne fiesta o ropa vieja. Por 15-20 euros puedes comer como un rey.
La isla es un continente en miniatura. Cuando no haya olas, o tus brazos no den para más:
Parque Nacional del Teide: Subir en coche hasta la base del volcán es gratuito y ofrece paisajes que parecen de Marte.
Piscinas Naturales: Charco del Viento, El Caletón en Garachico o el Charco de la Laja. Son zonas de baño creadas por la lava donde puedes darte un chapuzón tranquilo gratis.
Senderismo en Anaga: El Parque Rural de Anaga es un bosque de laurisilva milenario (parece Jurassic Park). Hay cientos de senderos gratuitos para perderse.
Para que te hagas una idea realista, aquí tienes un desglose aproximado para un viaje de 7 días (precios variables según temporada y antelación):
Vuelos (desde Península): 60€ – 120€ (comprando con antelación y evitando festivos).
Alojamiento (Hostel/Apartamento compartido): 150€ – 250€ por persona.
Coche de alquiler (compartido entre 2): 70€ – 100€ por persona.
Comida (Supermercado + Guachinches): 150€.
Surf (Alquiler o un par de clases): 80€ – 150€.
Total: Por unos 500€ – 600€ puedes tener una semana completa de surf y aventura en Tenerife. Comparado con destinos como Francia o Portugal en temporada alta, la diferencia es notable.
Generalmente, mayo y noviembre son los meses más económicos. Evitas las vacaciones escolares europeas y el clima sigue siendo excelente. Las aerolíneas y los hoteles suelen lanzar ofertas agresivas para llenar plazas en estas fechas.
Es bastante asequible. Una clase grupal de 2 horas suele rondar los 30€ – 35€ con todo incluido. El alquiler de material por día completo puede estar entre 15€ y 20€. Si optas por packs de varios días, el precio por sesión baja considerablemente.
Absolutamente. Aunque tiene olas potentes, la zona sur (Las Américas) ofrece condiciones muy constantes y olas que, en marea media-alta, son nobles y fáciles de surfear. La temperatura del agua ayuda mucho a que el aprendizaje sea agradable, ya que no pasas frío.
Los mejores spots son Playa de Las Américas (El Medio o La Piscina), El Porís (cuando el sur está muy grande) y Playa Jardín en el norte (en días de verano con poco mar). Siempre busca fondos de arena o roca plana volcánica y evita los arrecifes afilados hasta que tengas más nivel.
Planificar un viaje de surf barato a Tenerife no significa renunciar a nada. Significa elegir bien tus fechas, sumergirte en la cultura local y aprovechar las increíbles condiciones naturales que la isla regala. Con un coche, una tabla y ganas de explorar, tienes garantizada una de las mejores experiencias de tu vida. ¡Nos vemos en el agua!